La última película de Ettore Scola, "Che strano chiamarsi Federico!" (2013), es un documental sobre la vida de Fellini en donde homenajea a su amigo y narra los acontecimientos más relevantes vividos por ambos desde sus inicios en Roma.
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| Che strano chiamarsi Federico! de Ettore Scola |
Cinecittà es el telón de fondo de esta recreación en donde lo menos importante son los actores, poniendo como foco principal los acontecimientos que se relatan y que el director es el único que puede saber, al haberlos vivido en primera persona.
Una pena no haber ahondado más en la vida del director para que el filme coincidiera con el atrayente título, ya que durante el largometraje no se ven las extrañezas de Fellini como cabría esperar. El blanco y negro, que debería dar un toque realista al documental, lo que hace es acrecentar el sentimiento de banalidad y denota el bajo presupuesto que se ha destinado a la producción.
Posiblemente una obra innecesaria para todos los que recordamos los homenajes que el mismo, Federico Fellini, se dio a sí mismo en películas como: "Roma" o "Amarcord". Estas representan de forma mucho más atrayente y real lo que era como persona el genio de Rimini.
Scola, a quien yo considero entre los mejores del cine italiano, sobre todo por sus largometrajes de la década de los 70, en esta ocasión ha hecho un documental muy personal en donde muestra el cariño y enorme afecto que tenía por el genio Federico Fellini. No sólo fue su amigo, sino un espejo en el que mirarse y al que seguir.
Eso es lo que sacamos en claro de este artificio engañoso que es, "Che strano chiamarsi Federico!". Un documental hecho por Ettore Scola para darse a conocer así mismo y que, sin duda, no quedará para la historia. Todos los buenos seguidores del cine italiano recordaremos al director por obras suyas realmente excelentes como: "C'eravamo tanto amati" (1974) o "Una giornata particolare" (1977).
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