domingo, 9 de noviembre de 2014

Prostitución, Federico Fellini y Giulietta Masina

"Las noches de Cabiria" (Federico Fellini, 1957) afianzó y confirmó la combinación perfecta, formada por Federico Fellini y su amada Giulietta Masina, en el cine italiano. Posiblemente la gran pantalla ha dado muchas parejas, pero ninguna tan fructífera como esta, que consiguió alzarse con 3 Oscar juntos. Con su filme de 1947 consiguieron su segundo Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa, tras "La Strada" (1954), donde también Masina fue la clave del éxito y les hizo aún más famosos en la Meca del cine.

Federico Fellini y Giulietta Masina con su Oscar por "Le notti di cabiria" 
En "Las noches de Cabiria", vemos cantidad de temas recurrentes de las obras del genio italiano, pero sobretodo vemos una mezcla característica de drama y comedia, que nadie es capaz de hacer mejor que la pequeña y genial Giulietta Masina. La considerada por muchos como la Charlotte del cine femenino, y que a mí me recuerda mucho a la española Lina Morgan, tanto físicamente como en cuanto a su forma de actuar, es sin duda una de las mejores actrices que ha dado el cine en Italia.
La narración del filme relata la vida de una mujer que ejerce la prostitución, por necesidad, en la posguerra.  Es un relato muy duro, pese a las escenas cómicas, que no sólo representa a Italia sino a muchos otros países, entre ellos España tras la Guerra civil, donde por la falta de recursos muchas personas tuvieron que buscar diferentes formas de vivir.

El hambre, la necesidad de un techo para dormir o la búsqueda de trabajo eran algo muy complicado en aquellos años, en donde vivir en chabolas era algo muy frecuente en la periferia de las ciudades. En ese mundo cruel y difícil, la prostitución creció de forma desmesurada por la necesidad de sobrevivir y la historia que nos cuanta Fellini es esa. La de una mujer normal que se ve obligada a ejercer la profesión más antigua por necesidad. Aún así ella es una mujer normal de la época que busca el amor, creyente y con poca educación.

Cabiria (Giulietta Masina) con todo su dinero en "Le notti di Cabiria"
La época no sólo provocó el aumento de la prostitución, sino que también creció la picaresca como se ve en la película "Los olvidados" (1950) de Luis Buñuel en México. La mentira y los timos eran algo diario y arraigado en las personas del momento, aunque parece que muchos quieran olvidar.  Cabiria, demasiado confiada, no será capaz de diferenciar la bondad de las personas con sus trampas y se sentirá desilusionada por la vida que le rodea y pensará en el suicidio.

Mostrar lo oculto en esa sociedad de forma brillante era muy difícil en aquella época, donde muchos países rechazaban la realidad de lo acontecido en la posguerra. Las decisiones de los gobernantes fueron las causantes de que muchas personas se vieran obligadas a sobrevivir de maneras indecorosas, en contra de lo dictado por la religión y sin valores democristianos, tan fuertes en la época en países como Italia o España.

Cabiria (Giulietta Massina) bailando con las prostitutas en "Le notti di Cabiria"
Giulietta Masina, como en la gran mayoría de sus actuaciones, además de ser la protagonista del largometraje es su alma. Una mujer trabajadora, luchadora y joven que trata de sobrevivir y mejorar en su vida. El amor, que siempre es un tema importante para las personas, se apodera de la protagonista de forma continua, pensando que alguien podrá ayudarla a salir del agujero donde se encuentra, pero eso jamás sucederá en los círculos en los que se mueve. 

La oscuridad de la noche, la prostitución, la maldad de las personas, el individualismo y las ganas de mejorar en la escala social se presencian durante todo el documento. Las calamidades y la mala fortuna de una pobre mujer, que sólo quiere ser amada y poder dejar de trabajar como prostituta, se apoderan de los espectadores que sienten una lástima extrema por Cabiria (Giulietta Masina).




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